Algunas personas piensan un árbol
frutal cítrico solo necesita agua, por eso si estás pensando en
comprar un árbol debes conocer que en realidad se necesita
mucho más mucho más, deben estar vigilados continuamente, además
un exceso de agua puede llegar a deteriorarlos al igual que la falta
de agua, debemos buscar la cantidad apropiada, mientras los que tengo
en maceta aquí en Castellón los estoy regando en verano dos veces a
la semana, en el campo cada 20 días aproximadamente con el riego a
manta, goteo cuatro o cinco días a la semana según zonas, en
Asturias me comentaba una chica que riega una vez a la semana en
maceta y va perfecto, España es rica variedad climática pero lo de
que los árboles frutales cítricos solo podían cultivarse en
determinadas zonas del país es un mito, un árbol frutal cítrico se
puede cultivar en casi cualquier zona de España con dedicación. Los
aminoácidos son bioactivadores – bioestimulante mejorando
enormemente la eficiencia biológica de los cultivos en general
aumentando la producción y calidad de cosecha, esto no quiere decir
que nos dediquemos constantemente y hacer uso indiscriminado de los
mismos, es interesante por lo menos una aplicación cuando los
pétalos de azahar han caído aproximadamente a un 90%, es cuando el
árbol frutal cítrico necesita alimento que le de fuerza y ahí
entran los aminoácidos. Si tenemos árboles pequeños o injertos si
debemos aplicar aminoácidos cada 20 ó 30 días para estimular su
crecimiento (es interesante cambiar de marca de aminoácidos por lo
menos cada aplicaciones para evitar adaptaciones), además recupera
los árboles dañados aumentado en estos casos las dosis al doble o
triple de lo que marca el fabricante.
Una vez aplicados foliarmente en
hojas y tronco los aminoácidos son absorbidos y transportados
activando los sistemas enzimáticos fundamentales, lo cual reduce el
gasto de energía de la planta.
es un bioestimulante que al ser
absorbido y transportado activa los sistemas. Balancea la nutrición,
gracias a la actividad de enzimas específicas, aumenta la
incorporación de nitrógeno en las proteínas mejorando la
eficiencia de los fertilizantes y reduciendo el riesgo de acumulación
de nitratos en las hojas de la planta. Mejora la absorción de micro
nutrientes, al formar complejos unidos químicamente, con elevado
poder quelatante. Modera las condiciones de estrés por su alto
contenido de aminoácidos, que reactivan el balance hídrico,
refuerzan las paredes celulares y la formación de clorofila. Esto
permite a la planta ser más resistente a condiciones adversas como:
sequía, heladas o granizo, ataques de virus.
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