lunes, 9 de febrero de 2015

En Euskadi existe mucha afición por el cultivo de los árboles frutales cítricos

Macedonia de frutas en Abanto-Zierbena

 Un centenar de vecinos adquirie cerca de 700 árboles frutales para plantar en las huertas del municipio

 En septiembre muchos abantoarras disfrutaron de una cosecha excepcional de ciruelas. Es lo que tiene el caprichoso ciclo de los árboles frutales que un año te inunda de frutos de hueso y al siguiente te deleita con los frutos rojos como las frambuesas o las fresas. Tal vez por ello, este año han sido estos últimos los que más han predominado en las adquisiciones de frutales impulsada por el Ayuntamiento de Abanto-Zierbena que subvencionaba con el 40% del precio la adquisición de plantones de frutales a condición de que se plantaran en el municipio. “Este requisito ha hecho que cerca de 50 personas menos que el pasado año hayan adquirido frutales”, destacaban desde el área de medio ambiente del ayuntamiento minero. “Lo que no puede ser es que el Ayuntamiento subvencione la adquisición de frutales y luego se planten en otros municipios, tanto de la comunidad autónoma como en otras autonomías, donde la gente tiene segundas residencias”, explicaban desde el Ayuntamiento abantoarra.
“La intención de este programa municipal es mejorar el aspecto de nuestras campas y huertas con la presencia de frutales tanto de especies autóctonas -como los manzanos, castaños, avellanos o vides- como de otras especies foráneas que se adaptan bien a nuestra tierra y nuestra climatología, como los cítricos. Además, cada árbol que se planta contribuye a mejorar nuestro medio ambiente ya que los árboles cumplen una importante función en la captación de CO2 y, por tanto, a mejorar nuestro ambiente”, señalaron desde el área de medio ambiente del Ayuntamiento minero.
Variedad Este año, la oferta de frutales comprendía desde los manzanos, perales, melocotoneros y cerezos -a 5,50 euros la unidad- hasta las higueras -10,50 euros plantón- o los cítricos y nogales injertados a 19 euros cada vara. Además, la oferta comprendía desde cepas de moscatel -muy solicitadas este año- , pasando por las grosellas, zarzamora o frambuesa -a 3 euros- , hasta las fresas -desde 6 euros-, o nísperos, albaricoques, membrilleros, endrinos y almendros a 5 euros la unidad. “ Yo he pagado 25 euros”, destacaba Yolanda González, vecina del barrio de Loredo, que acudía por tercera vez a adquirir árboles frutales. “Llevo un peral, un manzano, paraguayo, melocotón, un cerezo y fresas” señalaba esta vecina, que hace dos años adquirió varios cítricos, algún manzano y varios ciruelos. “Este año por septiembre ya pudimos coger alguna manzana y los ciruelos dieron gran cantidad de fruta”, recuerda Yolanda.
Más allá del aprovechamiento individual que cada vecino pueda hacer de los frutales, que cada vez más se dejan ver por los terrenos rurales de Abanto-Zierbena, desde el Ayuntamiento, la concejala de Medio ambiente, Elena Setién, destacó que esta iniciativa “además de retomar el pasado rural de nuestro municipio es una apuesta por el medio ambiente. Con esta propuesta logramos que nuestras huertas y campas tengan un aspecto más natural. Además, plantar un árbol implica que estamos cuidando el medio, estamos aportando oxígeno y mejoramos el medio ambiente”. Fuente

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 Cerca de cien vecinos adquirieron cerca de 700 frutales. Fotos: L. B.   Los árboles de fruto rojo fueron las estrellas de esta edición.


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